Diseño interior y home staging: ¿en qué se diferencian?

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Como diseñadora de interiores y home stager profesional mucha gente me pregunta cuáles son las principales diferencias entre ambas disciplinas, así que ahí van mis explicaciones. ¡Espero resolveros las dudas!

El home staging es esencialmente el arte de preparar una vivienda para su venta. El objetivo es atraer el mayor número posible de compradores potenciales para una transacción inmobiliaria rentable y ágil. La idea subyacente cuando se prepara una casa es la de mostrar los puntos fuertes que tienen los espacios.

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El diseño interior de hogares (o decoración como todavía lo llaman muchos), es la práctica de trabajar codo a codo con un cliente para personalizar su espacio en consonancia con su estilo de vida y la manera en que se utilizarán los espacios, y a su vez, enfatizar su gusto más íntimo y personal.

Cuando llevamos a cabo un proyecto de home staging nuestro cometido es ponernos tras la mirada del comprador, y no tras la del propietario actual de la vivienda. El objetivo es vender la casa lo más rápido posible y por su máximo valor, así que es ahí donde enfocamos nuestros mayores esfuerzos. Cuando estamos por el contrario rediseñando un hogar, el estilo personal del propietario, sus necesidades y opiniones son la prioridad máxima. La intención aquí es ayudar al propietario a hacer su hogar más funcional y que le sea agradable a la vista y conforme a sus gustos.

Tanto el home staging como el diseño interior son disciplinas creativas, y ambas requieren de estrategias únicas y concretas para cada caso, aunque desde diferentes persepctivas: la del comprador y la del propietario. La primera busca agradar al mayor elenco posible de personas, por tanto tiende a la despersonalización de los espacios, mientras que la segunda persigue todo lo contrario, que los espacios reflejen el estilo personal de sus habitantes.

Cómo vender una casa rápido

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Hay viviendas que se venden en cuestión de meses o incluso semanas… ¿Cuál es el secreto? ¿Por qué la mía lleva más de un año en el mercado y apenas recibe visitas? Si de verdad queremos vender, tenemos que prepararnos antes de poner nuestra casa a la venta. Las viviendas que se queman en el mercado suelen presentar errores de estrategia muy comunes: precios desactualizados, fotos mal puestas y en general “poca prisa” en vender. En este post te vamos a dar las dos claves básicas para llevar a cabo una venta exitosa.

El valor lo marca el mercado actual

Probablemente la primera causa de que una vivienda se queme en el mercado sin recibir apenas interés es el precio. Hay una tendencia común entre los propietarios a fijar el valor de nuestra vivienda bajo premisas erróneas, tales como una hipoteca alta o la cantidad que necesitemos para comprar otra casa. Pero lo cierto es que el valor no lo establecemos nosotros, sino el mercado actual. Es necesario conocer la oferta que compite con nosotros en ubicación, metros cuadrados y estado de la vivienda, y la demanda específica para viviendas similares en la zona. No importa que el vecino haya vendido hace dos años a X euros, el mercado inmobiliario está en constante cambio y debemos tenerlo en cuenta a la hora de poner el precio. 

La presentación de la vivienda es un factor decisivo

Hay viviendas que enamoran y otras que espantan, y aunque para gustos los colores, hay factores clave que repercuten a la hora de dar una buena impresión. Ya sea navegando por los portales inmobiliarios o visitando in situ una vivienda, los compradores deciden en los primeros segundos si una casa les gusta o no. Por tanto, emplear tiempo en la presentación de la vivienda es imprescindible e ineludible; será lo que atraerá clics y visitas.

Antes y después

No es necesario gastarse un dineral en ello. Cada vivienda tendrá necesidades distintas, ya sea amueblar, quitar muebles o reubicarlos, pintar la entrada o la vivienda entera, limpiar ventanas o cambiar alguna cortina. Lo podemos hacer nosotros mismos siguiendo algunos sencillos pasos o contratando a un profesional de home staging en nuestra zona. No os asustéis, no se trata de hacer reformas sino de darle un lavado de cara a nuestra vivienda para que luzca tanto en las fotos como en las visitas. Es fundamental a la hora de vender.

Después de preparar la vivienda, el último paso para una buena presentación son las fotografías. No dudes en contratar a un profesional, a ser posible especializado en fotografía de hogares y lifestyle. La iluminación, el encuadre y la post-edición marcarán la diferencia.