Cuidar con mimo los espacios que van a visitar los posibles compradores tiene una ventaja impepinable: te ayudará a vender más rápido y a revalorizar la vivienda. Limpiar y despejar son los dos puntos más básicos: no nos cuestan apenas dinero y la mejora es muy notable. Pero si de verdad estamos decididos a hacer el home staging nosotros mismos, debemos dedicarle tiempo y algo de dinero. En este artículo os vamos a alertar de algunos posibles errores que no debéis cometer cuando hagáis home staging por vuestra cuenta.

1. Las reformas no son siempre un valor añadido

Para gustos los colores, y de todo hay en la viña del señor. Mientras algunos piensan que porque han reformado la cocina recientemente de pistacho o pintado las paredes de su color favorito esto le da un valor añadido a la vivienda, puede que no sea el caso. Si el estilo es muy llamativo y personal (y esto no es una crítica), puede echar para atrás a mucha gente. Debemos ser conscientes de ello para no caer en nuestro propio mundo subjetivo. En la medida de lo posible, intentaremos neutralizar colores y estilos para agradar a cuanta más gente mejor.
2. Dejar enseres personales a la vista
A nadie le gusta ver la intimidad de otros cuando van a la búsqueda de su nuevo hogar. Es difícil imaginarse a uno mismo con su familia o con su gato en el sofá si el salón está lleno de recuerdos familiares. Para hacer los espacios más atractivos, retiraremos todos los enseres personales a la vista, ya sean cepillos de dientes o fotos familiares. La regla número uno es que no te equivocarás teniendo menos, pero sí te equivocarás al tener más. Si no tenemos trastero, alquilar uno es una buenísima opción. El ojo se distrae fácilmente hacia los objetos y los colores, pero a la hora de vender un innmueble tenemos que darle protagonismo a los espacios.

3. Vaciar por completo la vivienda
Si bien es cierto que un despeje a tiempo nos ayuda a visualizar mejor los espacios, no debemos incurrir en el error de dejar la vivienda completamente desprovista de muebles y decoración. Los compradores tienden a pensar que la habitación es más pequeña de lo que es y que no les cabrán las cosas. Es imprescindible añadir un mínimo de mobiliario para mostrar las dimensiones y atrezar con algo de decoración para darle vida.

4. Vender la vivienda con muebles como si fuera un plus
Se tiene que dar la circunstacia de que el comprador interesado tenga los mismos gustos estéticos que nosotros para que venderle la vivienda con muebles le resulte un beneficio más que un engorro. ¿Es esto fácil? Pues no. En la mayoría de los casos el propietario tiene sus motivos para dejar atrás los muebles: son el conjunto completo que costó en su día un millón de pesetas pero que está anticuado, no se los puede llevar por motivos de logística, o simplemente se ha cansado de ellos. Dejarle el muerto a otro y vendérselo como un valor añadido puede hacernos parecer de poco fiar.

5. No ventilar lo suficiente
La vivienda no debe oler a nada. Si hay un olor peculiar, no debemos tratar de enmascararlo con otro más fuerte ya sean esencias o ambientadores. Es mucho más efectivo deshacerse del olor. Ciertos tufos como los de las cocinas se pueden eliminar con un antigrasas; para otros como el tabaco hay que actuar con una limpieza más profunda. El olor a casa recién pintada puede ser una muy buena solución porque además de eliminar olores impregnados, da sensación de nuevo.
Pues ya lo veis, éstos son cinco errores muy comunes que encontramos cuando visitamos las viviendas. ¡No los cometáis vosotros!